lunes, 7 de marzo de 2011

La amistad

Amistades en serie es como podría definir a la relación con personas importantes que han pasado por mi vida. Hubo seres que entraron en la selecta categoría de amigos en distintas etapas de mi vida y como así transcurrían las diferentes estaciones de mi existencia, se agregaban unos y desaparecían otros. Amistades nacidas gracias a la afinidad y conexión que desarrollábamos, al interés común y porque no decirlo, a la necesidad.

Amigos de la infancia que jugaban sin más que un interés lúdico. Esos amigos que jugaban al fútbol contigo cuando todos soñábamos en ser jugadores profesionales. Los otros que cuando creciste te acompañaban a la conquista de féminas adolescentes y vieron tus fracasos e inexperiencia en el cortejo, pero nunca se burlaron. Unos compartieron el interés en la música que nadie escuchaba excepto tú y que hasta se sumaron al proyecto de tener una banda contigo. Con los que leías los mismos libros y comentaban las mismas películas, los que seguían tu particular estilo de humor y te hacían reír con sus bromas. A quienes seguiste, pues te sentiste identificado con ellos cuando supiste que han sufrido lo mismo que tú, pero se diluyeron cuando sus rollos internos les ganaron la partida. Con los que siempre pudiste ser tu mismo cuando sentías que nadie te comprendía. Para todos esos diferentes amigos que siempre han estado ahí y para la gran lista de aquellos  que  por diferentes motivos ahora nada sé, a los que se fueron del país, también a los que se enamoraron y cambiaron, a los que de un día para otro no vi nunca más y a los que fríamente dejé atrás. Todos fueron parte de la historia de una existencia e inevitablemente son recordados. 

Me ha tocado ver que la gente normalmente tiene sus "amistades de toda una vida". Es diferente en el caso de mis  amistades, pues estas permanecen durante importantes procesos, pero al cambiar de etapa es difícil que esas afinidades se mantengan y tarde o temprano yo o el amigo quedaremos atrás en la carrera de búsqueda de esos objetivos que ya dejan de ser comunes. No los responsabilizo, las amistades son relaciones bilaterales.

Veo que las posibilidades de construir una amistad desde cero se reducen (en parte por el constante proceso de cambio esperable en la existencia de un individuo), puesto que con el transcurrir de los años inconscientemente se demuestra un incremento en la tendencia a la desconfianza, un habito a la independencia, señales de inseguridad por arriesgar el patrimonio espiritual que tanto tiempo nos hemos demorado en construir, por tanto, optamos por  mantener las amistades que quedan (independientemente del nivel de calidad que estas entreguen) puesto que resulta mucho más cómodo, considerando que no tenemos más tiempo que ocuparnos en nuestras responsabilidades asociadas a la  búsqueda personalizada de nuestra felicidad.

Un saludo a todas esas amistades en serie, incluyendo a las amistades pasadas y a las que se mantienen.

1 comentario:

Patricio Peña Molina dijo...

No sé como llegué aquí.

Te encuentro razón en lo de los amigos y en la entrada de abajo cuando dices que a veces publicar lo que uno escribe sirve de algo, se que puede que nadie lo lea, pero el solo hecho de saber que uno lo dejo ahí a la vista del que se lo encuentre ya se siente mejor. Un amigo lo llama "vómito verbal".