domingo, 13 de marzo de 2011

Los Desafíos de la vida



Son inevitables, hay que tomarlos, de otro modo no evolucionamos. No quisiéramos encontrarnos con ellos pero ahí están. Lo que no siempre está es nuestra disposición al sacrificio y renunciar a las comodidades de la ausencia de desafío en  nuestras vidas. 

Muchas labores tediosas de realizar, física y mentalmente, representan un desagrado en nuestro diario vivir. Algunas veces se trata más que de simples labores tediosas, de proyectos ambiciosos que se verán concluidos en el largo plazo. Todo lo anterior no son más que simples acciones. Pero también estas simples acciones, vistas desde otra perspectiva, son desafíos que la vida pone frente a nosotros.

El afrontar un desafío está estrechamente relacionado con la competitividad del individuo. Si queremos superar los obstáculos estaremos compitiendo ante las adversidades que impiden lograr nuestro objetivo. Lograr nuestros objetivos reafirma nuestra valía y capacidad de ir a por más. Si no tenemos las cualidades, nos esforzamos con mayor dedicación para desarrollar esas habilidades y tener las herramientas para competir en igualdad de condiciones ante la consecución del objetivo. 

Esto es la teoría. En la práctica para seres humanos corrientes como la mayoría de nosotros que nos complicamos ante estas labores probablemente terminamos evadiendo hasta que nos vemos atrapados en un callejón sin salida y con una temida responsabilidad a cumplir frente nuestro. Esta trampa en gran parte se origina por la falta de motivación producida por una rutina que nos envenena lentamente. 

Mirar como un desafío (como lo hace un de deportista de alta competición) esas responsabilidades, ambiciones y sueños que se ven tan inalcanzables, podría ser una ayuda que apalee la falta de incentivo que nos aqueja. 

La metodología puede ser partir mirando hacia atrás reafirmando nuestros logros (Imagino que al menos una cosa habremos logrado hacer bien durante toda nuestra existencia) y luego comparándonos con quienes ya han sido capaces de haber logrado nuestro próximo gran desafío.  La pregunta de ¿Si otros pudieron porque nosotros no podríamos? podría tener la respuesta de que otros tienen a mano herramientas que no tenemos. Si el objetivo sigue interesándonos, el siguiente paso es mandatorio: Hay que ponerse a trabajar entonces en desarrollar habilidades que nos permitan obtener esas herramientas.

Nadie dijo que las cosas en este mundo son fáciles, pero si tenemos una mínima motivación por superarnos en la vida, una buena filosofía sería interpretar como un desafío cuando el camino no es lo que esperábamos.

Intentando ser sensato, pienso que ningún desafío es tan importante para poner en riesgo la vida de las personas, pero a la vez una vida se hace más valiosa a medida que la persona se siente plena, gracias a haber logrado objetivos que seguramente alcanzó cuando un día tuvo que enfrentar grandes desafíos. 

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